"La Creación del orden" o Cosmopoia, de Leyden

Tuve que ir a París, a la Biblioteca Nacional y con pase especialísimo, por ser el lugar más próximo y con idioma accesible, o arriesgarme a ir a Leipzig, en cuya universidad Karl Dieterich, a finales del XIX, tradujo el único ejemplar de la Cosmopoia, "Creación del orden", de Leyden. Un texto usado por coptos gnósticos alejandrinos y copiado de la desaparecida biblioteca de Alejandría.
El texto menciona la enneada egipcia creadora en la cosmogonía de Memphis y su antigüedad se remonta para algunos a remotas épocas predinásticas, cuando esta ciudad era un reino independiente en expansión (IV a III milenio ane). 
Y contiene un problema irresoluble, como pasa con el egipcio posterior que todavía no sabemos como se leía ni el sonido exacto de sus jeroglíficos. El copista griego, ante el mismo problema pero asesorado por alguien que sí sabía el secreto, dejó una pista. Para ejemplo la misma Cosmopoia en su inicio:

""Yo soy (nombre de 36 letras) que significa: "Yo te precedo Señor, yo que me alzo sobre la barca, el disco solar, gracias a ti". Tu nombre mágico es, en egipcio, "Aldabiaeim" (nueve letras).

Los paréntesis son de Dieterich, aclarando que ae es "e", como en griego ai era e. Lo que el copista alejandrino remarcó al decir: "en egipcio".

Y dice el texto en su clímax, posiblemente parte de un ritual del dios Ptah: "Y el dios con nueve formas (eneamorfos) te saluda en lengua hierática (la que fue copiada por el copista anterior y que seguramente usó nuestro copto): "Ménéphoiphoth" (Ménéfufoz, con nueve sonidos o letras), lo que significa: "Yo te precedo, Señor". 
"Habiendo hablado, aplaudió tres veces y Dios rió siete veces "Ha ha ha ha ha ha ha". Y mientras que reía Dios, nacieron siete dioses, que rodean el mundo. Aquellos son los dioses que aparecieron primero". 

Considerando que la resurrección de los muertos o el culto divino al jefe eran también antiguas tradiciones egipcias, y ante lo que está pasando, el texto resulta aún más impactante que el primer día que lo entendí. Si no fuera por lo que es: daría miedo.

Porque el dios que veneran los asesinos es aquel que se llevaron de Egipto, según ellos, el que en el Sinaí se definió como el mencionado: Yo soy... (Iod, He, Vau He): IEUE, que los hebreos, ante el tabú de la expresión del nombre de dios, cambian por Yavé. (De igual forma ELVIM es leído Elohim. No en vano el producto grotesco que los judíos americanos inventaron para embaucar bob@s y sacarles la pasta se llamaba Elvis).

Y cuando creó el mundo, siendo omnisciente y viendo lo que iba a suceder, se rió siete veces, y en cada convulsión parió algo a su semejanza, también muy cachondo, hasta que fueron siete. Deben ser los mismos siete que reunen la mayor parte de la riqueza mundial y se la van jugando al mus. El que descansa, al parecer, es el de turno de guardia. Y el que está ahora, o está durmiendo el muy cabrón, o se lo está pasando como Sade en Sodoma, el muy teké (turco: cabrón, por si alguien le quiere invocar en turco).

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