Elecciones catalanas: "El Hundimiento"
A estas alturas cualquiera que no cobre por mentir y tenga el salario al margen de los partidos puede opinar públicamente sobre lo que nos auguran las próximas elecciones catalanas. Por usar un título conocido: "El hundimiento".
La apuesta tripartita sólo la defiende ICV ya, ante el pánico de que, de nuevo, los votantes de EUiA, hartos de ninguneos y la falta de coherencia, ideario, programa ni nada que no sea "todo por la poltrona con los amigos de Gracia y Snoopy", les condene con poca pasta para la supervivencia, como ellos hicieron cuando se decían comunistas y echaron a los que lo eran de las sedes y la militancia, donde miles dejaron la piel y muchos la vida. La pérdida en aumento de los años pasados no ha servido para hacer pensar a nadie, no les interesa lo que opine la clase trabajadora: No van a sus fiestas -son muy impertinentes- y no saben quienes son. Ahora siguen dando lecciones de coherencia y se unen a ecologistas que no saben si son de derechas o de izquierdas (el Con, perdón, Cohn), por la simple razón de que nunca han sido más que oportunistas sin vergüenza, como el resto de la derecha que se reparte siglas insultando -como el PSOE- sus muertos.
La última vez ya no me engañaron. Ni lo harán ésta. No los mantendrá mi voto, como a ninguno de esos fascistas unidos para deshacer la unión que el pueblo catalán gritó en la calle en manifestación.
Eso dió mucho miedo. Y se lanzaron los siempre dispuestos a desintegrar esa unión y ese grito, bajo montañas de falsedades y manipulaciones a las que Montilla el arribista, familia y amigos, está desde siempre acostumbrado, según su impresentable y remuneradísimo curriculum. Sus pares, los encarcelados y los que siguen chupando del bote, callan ante los peones que el amo Zapa ha movido contra Catalunya y el socialismo madrileño: Corbacho, el chaquetero fiel, y la abeja Trini, funcionaria de Farmaindustria y compradora compulsiva de vacunas.
Las masas fascistas aclaman -una vez más- los designios del zapatero monárquico, agarrados a cargos, chollos y prebendas como náufragos y ppros a una bota.
ERC, como suena, se quebró. A fuer de apartar a quien le diera sombra, Puigcercós y su tribu se han quedado sin luz, sin partido y con las ratas huyendo hacia nuevos bajeles sin rumbo, pero con mejores pagas, de futbolistas. Para ello está el mesías Laporta, iluminado por el gurú en paro que cuenta los ingresos futuros como beneficios y las pérdidas presentes como inexistentes, con toda la lógica del neoliberalismo, o cuentas fantasmas, de las que sabe tanto como un rato o rata de Caja Madriz. Y ya ha dicho el amo Joan que si hay que pactar con Mas, se hará "por Catalunya" y por lo demás que queda mal mencionar...
Mas tiene a los suyos desesperados por que no exista un tripartito -o cualquier otra cosa que no controlen- que prosiga las investigaciones de todos los casos de corrupción -pese a los lentos jueces de su partido y colegas- en que, desde el padre de Mas hasta el último mono/mona, está implicado, incluyendo arzobispos, obispos y clerigalla fascista en general, como el archibeato Durán -que con lo robado por UDC dormirá a la derecha de dios- y periquito Llibre, el blanqueador azulete.
Una sociovergéncia salvadora es la medicina para la sociovergéncia que Samaranch, Narcís Serra y Jordi Pujol practicaron, a la manera del PP-PSOE: Mucho teatro en sus papeles y sus teles, pero votando juntitos en el congreso todo lo que supusiera recortar derechos y repartirse privilegios. Y que será bendita por el papa -para los que no tengan uno cierto, putativo o atribuible- invitado de lujo al que Montilla y señora están entregados porque le va muy bien al negocio -ya que siempre se lo pagan todo-, y les permite la escuela privada de élite a sus hijos, para que no se parezcan a sus padres. Mientras las escuelas públicas mantienen en barracones aún a miles de estudiantes, con un cartel que pone escuela, aunque sea claramente el aviso de que allí empieza la obra y mejor ir con casco.
Todo está en sus manos, señorías. Es todo suyo. Y con la misma fraudulenta, inmoral y tramposa ley electoral que el fascismo impuso con sus pistolas y pistoleros y que sus herederos bendicen como agua de mayo.
Y el personal sin raíces en la cloaca no tiene a quien votar que le defienda, si no es que cree en la bondad omnipotente y todopoderosa de un Jordi Miralles conforme con el ostracismo y una EUiA recolocada calladita donde no moleste, aparte de ir a enganchar carteles y aplaudir efusiva y largamente a sus "líderes/lideresas" visionarios, con un curriculum largo en cepillos y amistades oportunas y saber callar a tiempo, evitando la grosería o que broten la duda, la indignación y el asco ante mangantes/mangantas incompetentes.
Ya se lo harán, sinvergüenzas, con su manteca…
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