Sahra Wagenknecht, fundadora de la Plataforma Comunista en Die Linke
Entrevista a Sahra Wagenknecht, fundadora de la Plataforma Comunista integrada en Die Linke: “El hecho de que ahora exista una izquierda fuerte en Alemania, debe atribuirse al brutal fracaso de los socialdemócratas y Los Verdes”
Sahra Wagenknecht-Niemeyer (Jena, 1969) es miembro del Parlamento europeo y candidata de Die Linke al Bundestag por Renania del Norte-Westfalia. Wagenknecht, que se licenció por la Universidad de Groningen con un trabajo sobre la recepción de Hegel en el joven Marx, es autora de varios libros sobre economía y política. Se afilió al SED en 1989 y ha permanecido en el partido desde entonces. Es fundadora de la Plataforma Comunista, considerada como la corriente ortodoxa de Die Linke.
- ¿Cuándo ingresó en Die Linke? ¿Qué razones le llevaron a ello?
- Ingresé en el SED (Partido Socialista Unificado de Alemania) en 1989 con el objetivo de preservar el socialismo en la RDA (República Democrática Alemana) y, al mismo tiempo, reformarlo.
Posteriormente milité en el PDS (Partido del Socialismo Democrático), que en 2007 se fusionó con la WASG (Trabajo y Justicia Social-La Alternativa Electoral). Me comprometí con Die Linke porque es el único partido en el Parlamento que realiza una política creíble por los intereses de las trabajadoras y los trabajadores, de los desempleados y de los jubilados, que lucha consecuentemente contra la carrera armamentística y la guerra y que trabaja duro por una superación del capitalismo, que actúa con responsabilidad ante los grandes problemas actuales, desde la pobreza y la guerra hasta la destrucción del medio ambiente.
- Las últimas elecciones europeas no depararon, en general, un buen resultado para el conjunto de las fuerzas de izquierda. Alemania parecer ser la excepción, liderando con sus ocho eurodiputados el GUE/NGL. ¿Qué diferencia a Die Linke del resto de partidos y coaliciones de la izquierda europea? ¿Se trata de los "compromisos podridos" a los que aludió Oskar Lafontaine en referencia a Izquierda Unida y Rifondazione Comunista en su discurso en la fundación del francés Partido de la Izquierda?
- Cada partido de izquierdas tiene problemas cuando aplica una política que no se corresponde con su programa. Pero un partido que está en un gobierno tiene inevitablemente que contraer compromisos. Evidentemente, hay principios importantes a los que no puede renunciar: Un partido que no combate las acciones bélicas y la carrera armamentística, que privatiza la propiedad pública o que practica el desmantelamiento del Estado social no es un partido de izquierdas. Y cuando la gente se percata de que, también bajo supuestos gobiernos de izquierdas, nada mejora para ellos, dejan de votar a tales partidos. Die Linke ha podido preservar hasta ahora gran parte de su crédito. El resto de partidos sabe que con nosotros no podrán llevar a cabo acciones bélicas, privatizaciones ni desmantelar el Estado social, y eso es bueno. Sin embargo, deseábamos un mejor resultado en las elecciones europeas. No hemos logrado movilizar suficientemente a ese sector del electorado que siente fundadamente como amenaza a esta Unión Europea de las grandes empresas y de la libertad de capital.
- En Francia, el NPA de Olivier Besancenot se negó a formar coalición con el Frente de Izquierdas formado por el Partido Comunista Francés y el Partido de la Izquierda. Su homólogo en el Reino de España, Izquierda Anticapitalista-Revolta Global, nace precisamente de una escisión de Izquierda Unida. A pesar de la atención conseguida por los medios de comunicación en Francia, el NPA no ha conseguido ningún escaño y en España IZAN-RG ha quedado incluso por detrás del PACMA, un pequeño partido antitaurino. El "polo anticapitalista" que quiere crear la extinta LCR francesa no ha parecido encontrar demasiado eco fuera de las fronteras del Hexágono. ¿Qué opinión le merece el NPA de Besancenot?
- Desafortunadamente no conozco suficientemente bien la situación en Francia. En principio me parece bien que partidos de izquierda, que tienen casi los mismos objetivos, se unan. Juntos se es más fuerte. Pero no puedo juzgar si el NPA tenía razones fundadas para rehusar el pacto, que en sí mismo es sensato.
- Ingar Solty escribió en el 2007 que, por sus características particulares, como un partido que no nace de los tradicionales partidos comunistas de Europa occidental sino de la crisis hegemónica del neoliberalismo, Die Linke lleva consigo una responsabilidad histórica que trasciende el contexto alemán. ¿Comparte esa opinión?
- Todo partido fuerte de izquierdas tiene una responsabilidad que trasciende las fronteras nacionales. Cuando un partido de izquierdas tiene éxito en otro país, eso me da esperanza e intento aprender de esas experiencias. Evidentemente, lo contrario es igualmente válido. La Izquierda alemana tiene una gran responsabilidad, ya que constituye la fracción más fuerte de la Izquierda Unida Europea (GUE/NGL, con IU y EUiA). Espero mucho y lucharé porque cumplamos con esta responsabilidad y no decepcionemos las esperanzas depositadas.
- Cuando los medios de comunicación hablan de Die Linke recurren invariablemente a los mismos lugares comunes, sobre todo a que se trata de un partido que representa casi exclusivamente a la antigua población germano oriental. ¿Ha sido Lafontaine determinante en este aumento en el Oeste o se debe más bien, al fracaso socioeconómico de la coalición rojiverde?
- El hecho de que haya una izquierda fuerte en Alemania, en el Este lo mismo que en el Oeste, debe atribuirse al brutal fracaso social conducido precisamente por el SPD y los Verdes. La gota que colmó el vaso fue la norma Hartz-IV, que ha privado de derechos a las personas paradas y les ha obligado a realizar trabajos mal pagados. Pero eso no fue lo único: Que el SPD y Los Verdes no son partidos progresistas ya lo había mostrado antes la participación del gobierno rojiverde en la guerra contra Yugoslavia y la privatización parcial de las pensiones.
En lo tocante al efecto Lafontaine, ya antes de su adhesión se había formado un partido a la izquierda del SPD y Los Verdes, que tenía mucha militancia, sobre todo en el Oeste. Con todo, el cambio de Lafontaine hacia la WASG ha dado un impulso enorme a ese partido, lo mismo que la fusión de la WASG y el PDS acaso no habría sido tan sencilla sin Lafontaine. Es una suerte para Die Linke que contemos ya en el Oeste y en el Este con políticos eminentes que también son conocidos por la población.
- Usted lidera la Plataforma Comunista, el ala ortodoxa de Die Linke. ¿Cuáles son los puntos más relevantes de su programa?
- Un objetivo esencial de la Plataforma Comunista es la preservación y continuación del desarrollo de la teoría marxista. La crisis actual ha mostrado que el capitalismo se ha desplomado y que necesitamos otro orden social, socialista. Al fin y al cabo, la pobreza creciente, la explotación, la destrucción del medio ambiente y la guerra no son "accidentes empresariales", sino consecuencias de un sistema social basado en la maximización del beneficio y la competencia. En nuestro programa actual establecemos como prioridades la política por la paz, la cuestión de la propiedad (esto es, el rechazo a las privatizaciones y proceder a renacionalizaciones), la derogación del Hartz-IV y la lucha contra el neofascismo y el racismo.
- Hasta 2008 la Plataforma Comunista fue clasificada por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (Bundesamt für Verfassungschutz) como organización de extrema izquierda y contraria a la Constitución, además de vigilada. ¿Qué cree que esperaban encontrar?
- Eso debe preguntárselo a la denominada Oficina Federal de Protección de la Constitución. Yo creo que toda esa manía ultracontroladora cada vez más expansiva sirve sobre todo para la intimidación. La BfVS vigila no sólo a la Plataforma Comunista u otros supuestos grupos "de extrema izquierda". También vigila a sindicalistas o periodistas críticos; infiltran espías incluso en inocuas organizaciones y foros sociales. Mientras tanto, nosotros, Die Linke, defendemos (debemos defender) la Constitución contra un extremado estado policial en el que se restringen más y más derechos y libertades públicas con el pretexto de la "lucha contra el terrorismo".
- En 1996, como dirigente del SPD, Lafontaine pidió la desvinculación entre la PDS y la Plataforma Comunista, cuya ortodoxia parece haber provocado algunos problemas en el seno de la formación. ¿Se han solucionado las diferencias con otras fracciones tras el congreso del 20 y 21 de junio?
- En 1996 Oskar Lafontaine era aún ministro presidente del Sarre y dirigente del SPD. Entonces no habría pensado jamás que seríamos miembros del mismo partido. Es claro que ahora existe Die Linke y muchas cosas han cambiado. Evidentemente hay diferencias sobre cuestiones específicas entre las diferentes corrientes del partido, eso es completamente normal. Pero hay un amplio consenso en torno al hecho de que Die Linke es un partido plural, en el que la Plataforma Comunista tiene su espacio.
- Ema.li propone una Renta Básica incondicional, Oskar Lafontaine defiende una redistribución de la riqueza por vías tradicionales y usted propone directamente "superar el capitalismo" en vez de embridarlo. ¿Pero de qué modo? ¿No puede ser la Renta Básica una herramienta para superar el capitalismo?
- Puede abogarse por una superación del capitalismo y, al mismo tiempo, luchar por unos impuestos a las rentas más elevadas, esto es, por una redistribución del bienestar y la riqueza. No veo contradicción alguna entre la lucha por reformas concretas y el objetivo de un cambio profundo de sociedad. En lo tocante a la reivindicación de una Renta Básica incondicional, la considero errónea, pero también veo en ella un núcleo correcto. Este núcleo correcto consiste en la visión de que cada ser humano debe tener el derecho a una parte del producto social que le posibilite una vida humana digna. La norma Hartz-IV, por la que se obliga a la gente a trabajar por salarios de dumping, ya que en caso contrario ha de temer sanciones y recortes, contraviene la dignidad humana, debe derogarse.
Sin embargo, creo que la utopía de una renta básica incondicional es característica del capitalismo, ya que mucha gente no se puede ni imaginar que el trabajo no deba relacionarse con la explotación, sino que pueda ser una forma de autorrealización. En lugar de por una Renta Básica incondicional, prefiero luchar por una sociedad en que todas las personas tengan un trabajo con sentido, que las satisfaga y que lo realicen a gusto.
- En una reciente entrevista al diario Die Welt declaró lo siguiente: "Estoy en contra de que nos congraciemos con la SPD sólo para entrar en un gobierno": ¿No aceptaría, bajo ningún concepto, por Realpolitik, una alianza roji-roja o una alianza roji-verde-roja?
- Depende siempre de las circunstancias. Actualmente no puede hacerse una política por los intereses de la mayoría de la gente ni con el SPD ni con Los Verdes. La precondición para una coalición sería que esos partidos despidieran el neoliberalismo y vieran que toda la "Agenda 2010" con sus normas Hartz IV, etc., fue un error. Por desgracia estamos a muchas leguas de una autocrítica semejante, que implicaría un cambio de rumbo.
-¿Qué relación tiene la Plataforma Comunista con el KPD (Partido Comunista Alemán)?
- La Plataforma Comunista se ve a sí misma en la tradición de la histórica KPD, fundada en 1919 por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. Cada año nos reunimos en la manifestación en que se recuerda el asesinato de Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. Va más allá de la mera preservación de la tradición, por cuanto la lucha contra el militarismo y la guerra y sus causas capitalistas, desafortunadamente, sigue aún vigente.
- En 2009 se celebra el vigésimo aniversario de la caída de Muro de Berlín. En el programa de Dortmund de 2007 se habló de recoger las "experiencias positivas de la RDA", idea que defiende la Plataforma Comunista. ¿A cuáles se refiere en concreto? ¿Cómo superar la campaña de demonización hacia cualquier cosa relacionada con la antigua Alemania oriental?
- Creo que, por ejemplo, los sistemas de salud y educación de la RDA eran claramente ventajosos en comparación con los actuales. Había una asistencia infantil completa y gratuita que contribuyó considerablemente a la igualdad entre mujeres y hombres. La asistencia social pública fue en conjunto más ampliamente desarrollada, nadie tenía que tener miedo a quedarse fuera del sistema y acabar en la calle sin techo. En suma, había más seguridad social, aunque desafortunadamente había insuficiente democracia, demasiado control y represión innecesaria. Esto último era aprovechado por los medios de comunicación para describir a la RDA como un "Estado antijurídico" (Unrechtstaat) (1), como si hubiera sido solamente una gran prisión.
Quien haya vivido en la RDA sabe que esa imagen unilateral no tiene nada que ver con la realidad. Otra cosa sucede en el Oeste, donde los prejuicios anticomunistas están ampliamente extendidos y son crecientemente alimentados por los medios de comunicación. Con todo, creo que también en el Oeste esta caricatura de la RDA como "Estado antijurídico", etcétera, se desvanece tanto más cuanto más es percibida como injusta y antidemocrática por la propia sociedad.
- Usted es autora de Kapitalismus im Koma. Eine sozialistische Diagnose [El capitalismo en coma. Un diagnóstico socialista] y Wahnsinn mit Methode: Finanzcrash und Weltwirts-chaft [Insania con método: Crash financiero y economía mundial]. Asimismo, su trabajo de final de carrera versaba sobre la recepción de Hegel en el joven Marx. En el congreso puso énfasis en las relaciones de propiedad capitalistas como origen de la crisis. ¿Qué salida cree que encontrarán los organismos económicos internacionales a la crisis financiera? ¿Veremos un redescubrimiento de la obra de Marx, lejos de viejos dogmatismos?
- En la economía dominante, con su fe ciega en los mercados tendentes al "equilibrio", no están previstas las crisis. De ahí que sea sencillamente lógico que la gente, cuando quiere saber algo sobre las causas de la crisis, recurra nuevamente a Marx, que ya hace 150 años desarrolló una sensata teoría de las crisis. Aunque el marxismo vive un cierto renacimiento, la política de las instituciones financieras internacionales no cambia. La influencia de la élite financiera y económica sobre la política de estas instituciones es demasiado grande. Es cierto que se van a dar algunas reformas cosméticas, algo más de regulación aquí y allá, pero el sistema en su conjunto no se modificará. Aún peor: actualmente se intenta inflar de nuevo una burbuja financiera reventada con miles de millones de los presupuestos. Necesitaremos un poderoso movimiento de protesta para impedir que los costes de la crisis recaigan sobre el pueblo llano.
- Usted ha defendido públicamente a Fidel Castro y Hugo Chávez. ¿Cómo valora el "socialismo del siglo XXI" en Cuba, Venezuela, Bolivia y Ecuador? ¿No cree que Chávez puede estar repitiendo algunos errores del "socialismo del siglo XX"?
- Yo creo que Chávez ha aprendido mucho de los errores del socialismo de la Europa oriental. Existe en Venezuela una democracia muy viva, no meramente representativa, como aquí, sino participativa, donde la propia gente codecide sobre sus condiciones de vida. Entre otras cosas, se ha desarrollado una tupida red de consejos comunales, en que se discute y realiza la política. Asimismo, Chávez ha consultado a la población sobre cada transformación importante: Casi en ningún otro país ha habido en los últimos años tantas elecciones y referendos como en Venezuela. Evidentemente, este proceso también ha tenido problemas y contratiempos. Sin embargo, creo que este socialismo del siglo XXI es ya un modelo exitoso y que el desarrollo social ha influido positivamente en toda América Latina.
- El diario Bild la ha elegido recientemente entre las cien mujeres más eróticas de Alemania. En abril el diario gratuito español 20 Minutos eligió a Julia Bonk como la política alemana más atractiva. Y la prensa denomina a Katja Kipping "la cara simpática de la tropa de Lafontaine”. ¿Tan poco en serio se toman los medios de comunicación la participación de las mujeres en los partidos políticos, incluso cuando Die Linke tiene, con el 38,2 %, el mayor porcentaje de participación de mujeres de todos los partidos?
- Acaso eso tenga relación con que a los medios de comunicación les interesa más si una política es guapa que la política que esa política aplica. Yo creo que Die Linke tiene a muchas políticas capaces. Es verdad que no salen tan en primera plana como nuestros dirigentes Oskar Lafontaine y Gregor Gysi. Pero también esto cambiará en algún momento. En Renania del Norte-Westfalia, por ejemplo, de los primeros cinco puestos de la lista a las elecciones al Bundestag, cuatro son mujeres. Sin embargo, desearía que hubiera aún más mujeres en Die Linke y que fueran elegidas para cargos de responsabilidad.
Nota:
1. Unrechtstaat, juego de palabras de imposible traducción: consiste en la síntesis en un solo término de la negación del concepto de Estado de derecho (Rechtstaat) mediante la simple adición del prefijo un-; por otra parte, Unrecht significa también "injusticia", por lo tanto, también "estado injusto". (N. del T).
Comentaris