¿Plantas para regular el clima?
Si no fuera por la vegetación, nuestro planeta se habría transformado definitivamente en una bola de hielo, (como habría ocurrido en la gran extinción devónica), afirman los autores de un estudio publicado esta semana en la revista Nature.
Hace 50 millones de años el clima en la Tierra era tan cálido que había plantas tropicales y cocodrilos en el Ártico pero las temperaturas fueron bajando a medida que en la atmósfera disminuía la concentración del dióxido de carbono, un gas de efecto invernadero.
La actividad volcánica es constante proveedora de CO2 pero la erosión de las rocas de silicatos contribuye a remover este gas de la atmósfera y encerrarlo en carbonatos sobre el lecho de los océanos. Resulta que las plantas juegan un papel clave en este proceso, pues absorben el dióxido carbónico directamente del aire y aceleran su disolución en aguas subterráneas.
La concentración de CO2 en la atmósfera empezó a estabilizarse tras alcanzar el nivel de 200-250 millonésimas, a pesar de que en principio las plantas deberían haber absorbido la totalidad de este gas y enfriado radicalmente el clima tras la formación de grandes cadenas montañosas, como las del Tíbet o los Andes
Un grupo de investigadores dirigidos por Mark Pagani, del Instituto de Clima y Energía de Yale, demostró mediante una serie de simulaciones, que las plantas reducen la absorción del CO2 atmosférico cuando sus niveles se vuelven peligrosamente bajos para el crecimiento.
Ken Caldeira, de la Institución Carnegie de Washington, subrayó que "estamos en deuda con las plantas". "Estabilizaron el clima al inhibir niveles críticamente bajos de CO2, que habrían convertido a la Tierra en una bola de hielo flotando en el espacio", dijo.
David Beerling, de la Universidad de Sheffield, agregó que las plantas son: "Una de las importantes fuerzas geológicas de la Naturaleza" y que las consecuencias de su funcionamiento "determinan la fisonomía de todo el planeta".
Eructos de vaca
Son los eructos del ganado bovino, y no sus flatulencias como se venía pensando, los causantes del principal aumento de metano -gas de mayor efecto invernadero que el CO2- en la atmósfera.
Por otra parte, unos laboratorios catalanes investigan sobre variaciones en la alimentación de este ganado que podrían suponer un descenso del 30% en las emisiones de metano (CH4).
Considerando que las proteínas de la carne son sustituibles por nueces, avellanas, almendras y otros frutos secos y legumbres, serían aconsejables más árboles y huertas y menos hamburguesas en las dietas de las naciones hipernutridas.
Aparte su función de sostén de los terrenos ante la erosión, retención de las aguas pluviales y freno de inundaciones, mantenimiento de capas freáticas frente a la sequía...
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