El protocolo Gili, perdón, Geli
El protocolo coaccionador impuesto por los meapilas y sucursalistas del vaticano para la dispensación de la "píldora del día siguiente", o abortiva sin ascos eufemísticos, en un país donde el nivel cultural se hunde día a día en profundidades más abisales y desvergonzadas, gracias a la programada degradación y privatización de la enseñanza con dinero público, nos ha llevado al ridículo continuo y generalizado.
Lo que sigue no son diálogos vividos ni contados, sino supuestos, pero muy acertados en cualquier barrio arrabalero de nuestras villas y cortes.
Leído por los farmacéuticos del mío, todos coincidieron con una sonrisa amarga en que era lo más parecido a su cotidianeidad, a la brega angustiosa con una sociedad que ni sabe ni quiere saber, donde, para medrar, sólo es necesario mentir, sisar y mangonear, con cuanta mayor jeta y descaro mejor, especialmente si estás de mierda hasta el cuello, como la piara PPra, desde Valencia hasta la plaza de Oriente.
Ahí van los ejemplos corroborados:
- Vengo me den laz patillas ezas del dia de mañana...
- ¿Mande?
- Le mando a donde usté quiera pero me dé ezas patillas pa no parir ... si la jodienda fue ayé, disen...
- ¡Ah! Creo que la entiendo señorita... ¿Qué edad tiene usted?
- Edá pa joder y pa parir, ¿a usté qué le parese?
- Perdone, es por saber si está usted preparada, como dice el protocolo...
- - ¡Plas, plas!
- ¡Coño... qué preparada está usted!
- Sei jora de guimnasio ar dia i pezas de treinta kilos en cada lao, setenta flesiones con ca brazo...
- Las pastillas.
- Mucha grasia.
- Buenos días tenga usted...
Variante madre-abuela con refajo:
- Buena, la pastilla esa pa que la niña eche la cagada...
- ¿Perdone?
- Yo le perdono en nombre de Jesús Padre de la Virgen del Carmen, pero me dé usté esa pastilla que dise la miniastra que es gratis pa toas las que no quieren parí...
- Ya la entiendo... ¿Son para usted señora?
- Zí, hombre, ¡éramo poco y parió la aguela!, ¿ta usté loco?
- Pe... Perdone señora... lo dice el protocolo.
- ¡Pue dile ar protocolo que sarga y me dé la puñetera patilla, joer!.
- Ahora la sirvo, señora.
- Ezo, zirve pa argo... Me dé die cajas.
- ¿Diez? ¿Para qué tantas?
- ¿Te cree tu que yo voy a vení a verte ca ves que mis criaturas echen un porvo fuera de hora? ¡Estoy yo pa haser carreras! Anda y suértame las cajas...
- Las cajas. ¿Argo más?
- Paratrapo.
Lo que sigue no son diálogos vividos ni contados, sino supuestos, pero muy acertados en cualquier barrio arrabalero de nuestras villas y cortes.
Leído por los farmacéuticos del mío, todos coincidieron con una sonrisa amarga en que era lo más parecido a su cotidianeidad, a la brega angustiosa con una sociedad que ni sabe ni quiere saber, donde, para medrar, sólo es necesario mentir, sisar y mangonear, con cuanta mayor jeta y descaro mejor, especialmente si estás de mierda hasta el cuello, como la piara PPra, desde Valencia hasta la plaza de Oriente.
Ahí van los ejemplos corroborados:
- Vengo me den laz patillas ezas del dia de mañana...
- ¿Mande?
- Le mando a donde usté quiera pero me dé ezas patillas pa no parir ... si la jodienda fue ayé, disen...
- ¡Ah! Creo que la entiendo señorita... ¿Qué edad tiene usted?
- Edá pa joder y pa parir, ¿a usté qué le parese?
- Perdone, es por saber si está usted preparada, como dice el protocolo...
- - ¡Plas, plas!
- ¡Coño... qué preparada está usted!
- Sei jora de guimnasio ar dia i pezas de treinta kilos en cada lao, setenta flesiones con ca brazo...
- Las pastillas.
- Mucha grasia.
- Buenos días tenga usted...
Variante madre-abuela con refajo:
- Buena, la pastilla esa pa que la niña eche la cagada...
- ¿Perdone?
- Yo le perdono en nombre de Jesús Padre de la Virgen del Carmen, pero me dé usté esa pastilla que dise la miniastra que es gratis pa toas las que no quieren parí...
- Ya la entiendo... ¿Son para usted señora?
- Zí, hombre, ¡éramo poco y parió la aguela!, ¿ta usté loco?
- Pe... Perdone señora... lo dice el protocolo.
- ¡Pue dile ar protocolo que sarga y me dé la puñetera patilla, joer!.
- Ahora la sirvo, señora.
- Ezo, zirve pa argo... Me dé die cajas.
- ¿Diez? ¿Para qué tantas?
- ¿Te cree tu que yo voy a vení a verte ca ves que mis criaturas echen un porvo fuera de hora? ¡Estoy yo pa haser carreras! Anda y suértame las cajas...
- Las cajas. ¿Argo más?
- Paratrapo.
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