L'herència de Pujol: CiU i la saburra catalana


Va començar enfonsant Banca Catalana, desprès de comprar al Banc d'Alacant, dels germans Martín Villa, el polígon de Montigalà a Badalona, aturat per la protesta popular i que perdia uns 1.300 milions de peles en interessos cada mes!
Pretenien edificar un barri de 60.000 vivendes a una Badalona sense serveis elementals, amb carrers de fang sense llum ni voreres ni papereres.
En un Barcelonés sense escoles (en 3 anys el PSUC va doblar el número d'escoles i instituts públics, no dels bisbes), amb meyns llits per habitant que Uganda (sic) i amb els records europeus de contaminació marina i aèria, que li van fer
guanyar la poc feliç declaració ministerial de "zona d'atmòsfera contaminada", amb la consecuent tancada de la CROS, S.A. i Explosivos Riotinto, que havien enverinat tres generacions de malalts cardiovasculars. Però llavors governaven els del PSUC a Badalona i el cinturó roig, avui el cinturó corrupte.
Després els van dir prosoviétics i els van fer a fora els que ara volen una "esquerra transformadora", a base de bateries de liti...
Molts viuen encara del premi aconseguit, pels serveis prestats a la causa, defensant al poble!

El senyor Pujol, però, estava tranquil. Seguint els consells del cap dels exèrcits imperials i omplint les butxaques personals, familiars i clientel.lars de tota la xusma corrupte i clerical que envolten la cort latifundista cerdatana de Convergència i Unió, va ser un bon exemple de franquisme en llengua catalana. Els efectes de 25 anys de feixisme i corrupció de la saburra catalana, que alguns, molt ben educats als escolapis i jesuites, li diuen "societat civil", surt en onades de ferum de sota les catifes.
Jo, per sort i bon seny ateu i comunista, mai mesclo l'aura amb qui la porta negre, doncs costa molt tornar a sintonitzar amb el paradís, que es el jardí on dormen cada nit els que tenen bona consciència (en persa: paradís).
Hi ha que vigilar amb les amistats perilloses. El Cant de la Senyera, des d'ara, farà avergonyir a tots els que sabem qui defensa el sobiranisme català i el que entenen els cacics per independència: "Coto privado de caza".
Carles.

De El Periódico:
Una decena de conversaciones mantenidas ayer mismo con personas significativas de la llamada sociedad civil catalana, antes simplemente burguesía, se saldaron con un mismo guión:
–¿Has seguido el escándalo de Millet en el Palau de la Música?
–Sí.
–¿Qué te parece?
–Solo hablo bajo anonimato.
–De acuerdo. ¿Te lo esperabas?
–Se venía venir.
–¿Por qué han callado tantos?
–Porque no valía la pena hablar.
–¿Vuelta al silencio de siempre?
–Seguro que sí.
–¿Y el intento de llegar a un arreglo rápido promovido por el abogado de Millet, Pau Molins Amat?
–Una novedad. Antes la estrategia era la dilación hasta el olvido.
Estos testimonios presentan matices. El más llamativo es el de un directivo de empresa familiar catalana con proyección internacional que, como todos los consultados, tiene vínculos de parentesco con la nueva dirección de la Fundació Orfeó-Palau, que Millet presidía hasta que en julio se descubrió que estaba apropiándose de millones de la caja. «Todos lo sabían. Millet es un pepero catalanista, términos contradictorios. Estaba loco, creía que el Palau era suyo. Su habilidad fue ir vendiendo certificados de catalanidad a quienes sentían la necesidad de congraciarse con la sociedad catalana. Su pacto con Aznar es la prueba».

DESCONFIANZA ANTIGUA / ¿Se sabía? «Claro que sí. Quien no sabe es que no quiere saber». La desconfianza viene de lejos. En 1984 estalló el escándalo de Renta Catalana, una sociedad de inversión impulsada por Millet y quienes luego fueron diputados de CiU Josep Maria Trias de Bes y Joaquim Molins Amat, hermano del abogado de Millet.
Con este antecedente, varios consultados se declaran perplejos por que Millet fuera presidente de Agrupació Mútua y de Bankpyme hasta que se destapó el saqueo del Palau. Un abogado barcelonés destacado en la denuncia de los vínculos entre poder político y económico avisa: «Los delitos pueden prescribir, pero la memoria, no». Socarrón, añade: «Al menos hemos conseguido que en Barcelona se concentren los mejores abogados penalistas de España». Los mismos que hasta el final del franquismo eran expertos en mercantil, hallaron el filón de evitar la cárcel a delincuentes de cuello blanco. Hasta su caída en desgracia, el más conocido fue uno que hoy cumple prisión, Joan Piqué Vidal, en cuyo despacho empezó Pau Molins.

CALLAR Y CALLAR / La nieta de un gran industrial del metal catalán, hoy alta ejecutiva financiera, confiesa: «El descontrol era tremendo. Pero callas porque tampoco tienes medios para analizar. Te dan los números media hora antes de entrar a la reunión que debe aprobarlos. Y te callas porque tampoco tienes medios para denunciar. Cuando descubres que sabes lo que ya todos saben, te sientes solo un grano de arena en todo el entramado y te preguntas qué puedes hacer. Entonces te callas, vas a la tuya y piensas: ‘Ya se estrellarán’».
Esta ejecutiva admite que la frase que dijo ayer el abogado Molins en una entrevista en Catalunya Ràdio –«queríamos solucionarlo en el Palau, no en los juzgados»– refleja la preferencia de cuantos se han implicado en el coliseo modernista.

TREMENDA BOFETADA / Que la expresión burguesía catalana, o barcelonesa para más precisión, ya no es adecuada sintonizaría con la respuesta de un directivo de la patronal textil: «Nuestra gente ya no es ni burguesa ni catalana. No tenemos opinión sobre lo del Palau porque somos ajenos». En cambio, un miembro de la nueva directiva del Orfeó-Palau asegura que el mazazo se ha notado: «Ha sido una bofetada tremenda.» ¿Justifica la prisa por cerrar el caso con el mínimo de daños? «Claro que sí.» ¿Hay miedo a perder patrocinio? «De momento, no.» Algunos mecenas, en su mayoría empresas, confirman que no van a desertar. No es raro: muchos directivos de esas empresas constan con nombre y apellidos entre los protectores. Ahora, tras la confesión de Millet, con la que salpica a colaboradores y proveedores, todo son prisas por alejarse del apestado: ayer apartaron a Millet de las fundaciones del Barça y del Liceu, y el PSC, que hace poco le iba a dar una medalla del Ayuntamiento de Barcelona, ahora le reclama que devuelva la Creu de Sant Jordi.

LA COLADA, EN CASA / Un empresario de una familia de la burguesía rural, pese a que él nació en una majestuosa casa del Eixample, es directo sobre la omertà: «Los trapos sucios se tapan entre las familias. Todas tienen algo que ocultar. Lo saben, pero callan». Y apunta que la trama se descubrió por la «indignación de alguien de dentro» tras la compra por el Orfeó de un local del propio Millet.
Los consultados admiten con resignación que este caso, de tener algún parecido anterior, es con el que llevó a la cárcel al exjuez Lluís Pascual Estevill. Su técnica de enriquecerse era tan simple como increíble: como juez de instrucción, buscaba a algún empresario rico al que extorsionar. Mandaba detener a alguno de sus empleados, lo enviaba a la cárcel y luego aparecía el mediador –a menudo, Joan Piqué Vidal– para cobrar el rescate y poner al detenido en la calle.

CATALANIDAD EN VENTA / Uno de los primeros afectados fue el empresario Javier Ferrero (Nutrexpa). Pero el más sonado fue el caso de José Felipe Bertran de Caralt, que no cedió al chantaje. Cuando ya tenía billete para la Modelo se presentó en el juzgado con una bolsa con sus enseres necesarios. Era una bolsa vulgar, pero un aviso al poder de entonces: llevaba impreso el nombre Casinos de Catalunya, empresa cuyos directivos estuvieron acusados de pagos de comisiones a CiU. Bertran, hoy patrono del Palau, sabía que la temperatura ideal de la venganza es la fría.
Lo de Millet, patrono de la aznarista FAES, puede ser similar, según los consultados. Tantos años dando patentes de catalanidad por dinero propiciaron el hartazgo y la llegada de información a Hacienda. Un empresario oyó decir a Ferrero tras el verano: «Del personaje [Millet], ¿qué se podía esperar?». La ejecutiva financiera es concluyente: «La confianza ciega en Millet no era tal. No era ciega, era tonta».
JOSEP-MARIA URETA

Mentira, no era tonta ni ignorante: era -y sigue siendo- consciente y premeditada, cómplice y criminal. Carles.

El exsecretario de Millet admite que se «prepararon» papeles para Hacienda

EL PERIÓDICO de BARCELONA

El abogado Raimon Bergós ha dejado su cargo como secretario en la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música. Según publicó ayer El País, fue destituido por haber urdido un engaño a la inspección que realizó Hacienda entre los años 2004 y 2005 sobre las cuentas del periodo 1998-2001. El letrado replica que renunció al cargo el 3 de septiembre fruto de «una amplia reflexión conjunta» con los nuevos gestores de la entidad, pero no por el amaño fiscal, a la vez que niega que hiciera «trampas» para engañar a los inspectores y que falsificara documentos. Por el contrario, sostiene que aconsejó a la dirección del Palau que no dilatara más la inspección y que entregara justificantes.
No obstante, Bergós remitió en 2005 una carta al querellado Jordi Montull, exdirector administrativo del Palau, en la que describe la «estrategia» que sus abogados siguieron respecto a una inspección de Hacienda. Dos letrados «colaboraron» de forma «mancomunada» con Gemma Montull, hija del exdirector, también acusada por la fiscalía, con el fin de «preparar» una batería de documentos para frenar a los inspectores de Hacienda.

PAPELES / Agrega que se procedió a «rectificar documentos y/o hacerlos de nuevo (muchos ni existen) como, por ejemplo, la redacción de un convenio de colaboración con la Fundació Espai Catalunya», que nunca llegó a constituirse y que estaba promovida por el actual dirigente de Convergència Democràtica Àngel Colom. La carta de Bergós a Montull relata que se «modificaron» recibos de personas a las que no se había retenido el IRPF o pagos a jubilados «por tareas desconocidas».

Una empresa de Millet sextuplicó su capital entre el 2003 y el 2007.

El acusado usó esa sociedad para cobrar una parte de sus pluses millonarios.
La firma Bonoima amplió sus fondos en dos tandas desde 0,4 hasta 2,6 millones.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

El fraude descubierto en la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música se remonta, según la querella de la fiscalía, al 2003 por lo menos. Hacienda descubrió que ese año y hasta los primeros meses del 2004 habían salido de las cuentas de la entidad cultural 2,29 millones de euros en billetes de 500 euros. Precisamente a partir del 2003 se disparó el capital social de la empresa Bonoima, controlada por el entonces presidente del Palau, Fèlix Millet, y administrada por su esposa, Marta Vallès Guarro.
Entre el 2003 y el 2007, Bonoima sextuplicó su capital social con dos importantes ampliaciones, pasando de 453.163 euros a 2.651.191 euros. Millet, según su propia confesión, usó esta misma sociedad para cobrar al menos una parte (cifrada en 529.224 euros) de los pluses anuales de un millón de euros que él mismo se había autoadjudicado.
La empresa Bonoima está domiciliada en la carretera de Sant Feliu de la Ametlla del Vallès, localidad donde reside Millet. Su objeto social es la compraventa de terrenos y otros bienes inmuebles. El capital social de Bonoima en 1990 era de 21.000 euros. Tras sucesivas ampliaciones, a primeros del 2003, ascendía a 453.000 euros. En marzo de ese año se produjo una ampliación de capital de 961.000 euros. En agosto del 2007, una nueva ampliación, esta vez de 1,23 millones, elevó los fondos hasta 2,65 millones. En total, en cinco años se aportaron casi 2,2 millones de euros.

LAS INMOBILIARIAS / Bonoima es accionista de la constructora Reimi Habitatges, de la que es administrador Millet y que fue creada en febrero del 2003 en colaboración con el expresidente de la Fira de Barcelona Enric Reyna (actualmente ariete de los corruptos constructores culpables y creadores de la burbuja inmobiliaria, que se resiste a bajar los precios de sus vergüenzas y latrocinios organizados. Carles).
Como secretaria del consejo figura una hija de Millet y otros familiares son altos cargos. La esposa del acusado por el saqueo del Palau también ha estado al frente de otras inmobiliarias, como Inmointerna, de la que había sido administrador único su marido, y de Vista Puerto, ya extinguida.
En la investigación de la apropiación indebida también aparece la sociedad Aysen Produccions 46. Según la confesión de Millet, este ha cobrado este mismo año a través de esta empresa otros 228.416 euros en concepto de pluses. Esta compañía, curiosamente, fue constituida en enero pasado y su mujer es la administradora. Se utilizó, por lo tanto, como sociedad facturera y, como es habitual en este tipo de empresas, su objeto social declarado es la elaboración de estudios de mercado.

EL NÚMERO DOS / El hombre de confianza de Millet en el Palau, Jordi Montull, exdirector administrativo de la entidad y asimismo querellado, también ha usado este año una facturera, Aurea Rusula, para cobrar unos 270.000 euros del Palau en concepto de incentivos y pluses autoadjudicados. La esposa de Montull, Mercedes Mir Recio, fue nombrada administradora de esta empresa precisamente en enero del 2009, poco antes de ingresar los fondos de la fundación. Montull y Millet también han sido socios en una inmobiliaria: Set Hermani.

La burguesía intuía el saqueo del Palau pero prefirió callar

1. • El Barça y el Liceu apartan a Millet, y el PSC le pide que retorne la Creu de Sant Jordi.
2. • Una decena de empresarios confirman que la ley del silencio tapó las sospechas.

MÁS INFORMACIÓN

* La auditoría del Palau de la Música eleva a más de 10 millones lo apropiado por Millet.

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