La pasión, muerte y renacimiento de Attis
“¡Plutón, el del corazón valeroso, que habitas, debajo de la tierra, el Tártaro tenebroso y siempre privado de luz; Demonio de mil nombres, que en otro tiempo raptaste, para desposarla, a la hija de Deméter, llevándola desde una pradera, a través del mar, en tu carro tirado por cuatro caballos (negros), y la condujiste al antro de Atis, en el demos de Éleusis, donde están las puertas del Hades!”, XVII, Hímnos Órficos. Attis (Αττησ, Αττισ) es una divinidad lidia y frigia, invocada por los quindecimviri, galli o kubebos (sumerio: kallu), sacerdotes de Cibeles (vestidos de color azafrán, como los posteriores budistas), con la fórmula: Υησ Αττησ (¡ies Attis!), de υω, ió: enviar -lluvia (Zeus o Jupíter)- y poet. “engendrar”; y el gr. αττα, atta, voc. sing.: ¡papá, padrecito! Attis Hypsistos, ”el altísimo”, era un epíteto de Attis aplicado más tarde en los cultos locales de Asia Menor, Mesopotamia y Palestina a sus divinidades principales respectivas. Se identificaba Attis con el pi