LOS CRUZADOS, OSTIADOS
La alianza de cruzados: cristianos, judíos y los reyes árabes títeres de Roma, en Al Yazira –Sumer- sigue igual que cuando Juliano cayó en Ctesifonte bajo los Partos, muy mal. La cruzada no sólo no cristianiza sino que está dejando a todos los dioses sin fieles, siguiendo la política del abuelo Justiniano contra los samaritanos: aunque tú crees, yo te ostio. Ante esos imponentes argumentos el gran país iraní mantiene los hornos nucleares encendidos, enriqueciendo los graneros con trigo radioactivo, en pro del conocido proverbio helenoromano: Si vis pacem para bellum (Si quieres la paz, prepara la guerra). ¡Cómo para fiarse de B.B. y la Otán, con el ustacha incendiario Solana y el Tribunal Fascista de la Haya mirando qué darle de comer al próximo preso, para ahorrarse la cuerda! Y se sigue, en Iraq, ahorcando a los testigos del genocidio perpetrado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania contra Irán e Iraq, en la guerra que les enfrentó diez años y costó once millone