La izquierda eufemística
Entre la poca vergüenza de los fascistas de siempre, dando clases de democracia, y la mojigatería de muchos que se denominan de izquierdas -como Pilar Rahola- y que representan y defienden esquemas que, analizados uno por uno, apestan a demagogia, falsedad, manipulación de informaciones, ignorancia palmaria y mucho morro-, y se definen ¡progres!, no es de extrañar proliferen, entre tanta oscuridad y podredumbre, los champiñones. Y como setas sosas que son, quitan las ganas a cualquiera de ni siquiera probar a sus primas más suculentas. Oigo gente como Rosa, alcaldesa de Córdoba, que cree en Dios y no se le cae la cara de vergüenza, siendo una clara muestra de ignorancia histórica pues, joda a quien joda, ni Jesús existió (aparte de 200 y algo personajes de novela -ver San Ireneo, obispo de Lyon en 180 dne.-), ni Constantino fue jamás cristiano, sino iniciado en los mismos cultos secretos que los demás emperadores soldados (Marco Aurelio, Adriano, Cómodo, Caracalla y su padre...), ni Ro